No hay peor cosa para un argentino que... (parte 2)

...Por cierto creo que fue más una expresión de deseo que una realidad...
En el relato anterior les contaba que, en ocasiones, me resulta muy difícil explicarle a un español o alguna persona “no Argentina”, el ¿ por qué? de las relaciones tan distantes entre los mismos compatriotas... créanme, y desde mi humilde punto de vista, que yo tampoco logro comprenderlo y esa impotencia me lleva permanentemente a suponer distintas teorías (algunas válidas y otras quizá no), y lo más probable que para alguno de ustedes esté cayendo en la madeja del error.
Particularmente y sin ofender a nadie, creo que el argentino tiende a diferenciarse de “su igual” por una cuestión de “superioridad mal entendida”, que creo que definitivamente habla de su verdadero “complejo de inferioridad sobre algunas de sus inseguridades”.
Y, a pesar que me cuesta reconocerlo, no me agrada tener que admitirlo, pero basta girar la cabeza hacia un costado y observar como el resto de los colectivos emigrados intentan buscarse ante la adversidad, como organizan eventos en donde sus costumbres son todo el tiempo rescatadas para poder seguir sintiéndose lo que son, ó mejor dicho, de donde son...
En ocasiones éstos colectivos tienden también a enghetarse de tanto mirar para adentro y tampoco lo veo muy bien, el argentino si hay algo que nunca va a hacer será eso “enghetarse”. Su instinto individualista se contradice de plano con ese aspecto.
El tema es que ni para lo bueno ni para lo malo, en valencia tal vez pocos argentinos sepan que funciona (y muy bien), una asociación de argentinos en valencia (así es su nombre), y tal vez no lo sepan por las mismas razones que vengo explicando en todo este relato, porque “un argentino eso lo vé como un lugar más propio de otras comunidades “, que de la suya misma, la comunidad argentina no necesita re-encontrarse con los suyos, mas bien le cae mejor desencontrarse ya que nos sentimos con suficientes aptitudes para ser quienes queremos ser sin que ninguna asociación medie por nosotros.
Creo que en un punto para algunos argentinos es cosa de inadaptados los que necesitan concurrir a un lugar en donde te puedan ayudar en miles de cosas y compartir códigos que “al parecer no queremos que nos unan”, mas bien queremos que nos diferencien de otro argento!
Eso sí!, cuanto más fuerte pronuncies la “y” más argentino te sentís, ya que es un sonido agradable a los oídos de los locales y siempre recogen piropos que engrandecen mas aun nuestro tan famoso “ego”.
Quiero aclarar que en éste relato puedo pecar en alguno de mis conceptos, soy, tal vez, un argentino atípico que desde la crítica persigo entender mas a mi pueblo y sueño con la utopía de pensarlo muy distinto, como también quiero dejar claro que no generalizo, que no me gustaría que algún compatriota se sintiera ofendido por lo expuesto por el solo hecho que no esté identificado con éstas actitudes, ya que me consta que hay muchas personas que, (igual que yo), les gustaría que fuéramos (solo en ese aspecto), un poquito distintos, que encontrar a otro argentino fuera un motivo mas de alegría que de distancia... en fin, ésto no se acaba acá, continuaré con éste relato y en la próxima hablaré de lo que significa que a un uruguayo le pregunten si es argentino y también que a un argentino le pregunten: ¿de que parte de buenos aires sos? desconociendo que en esa cuenta se están olvidando que el país tiene 3000 Km más para arriba y 3000km. más para abajo, lo mas grave de todo: ES UN ARGENTINO DE BUENOS AIRES EL QUE LO PREGUNTA.
En la foto Asociación de Argentinos en Valencia, partido de la selección durante el mundial de Alemania 2006.