Valencia, un lugar para conocer (parte 2)

Sugiero leer la primera entrega de este relato para entender mejor la segunda...



En el año 2000 visitar Valencia quizá no era de lo mas atractivo para el que tiene que priorizar lugares (en España), mas aún si se tiene en cuenta las guías de las que ya les hablé y el marketing que ya existe en otros puntos de la península con ciudades como Barcelona, Madrid, Córdoba, Sevilla, Toledo y tantísimos lugares más que no deben dejar de conocerse...En el año 2000 se escuchaba por las calles de Valencia (para mi sorpresa e ignorancia), un idioma?, dialecto?, o alguna lengua que mis oídos no habían escuchado jamás. Era ni más ni menos que el Valenciano.Caminaba por sus calles y escuchaba ese hablar que me desconcertaba un poco pero poco a poco empecé a entenderlo.Eso fue en 2000, Valencia era una ciudad pequeña, con muchos huertos que la abrazaban y una ausencia de turismo que me sorprendía...Porqué?, tal vez por que a esa altura venia viendo lugares que, por más pequeños que fueran, generaban de una forma u otra un transito de personas que ésta ciudad no mostraba.Tal es así que solo en la ciudad de Valencia existía una solo casa para cambiar moneda extranjera ó algún banco que (a modo de favor), te podía dar por dólares de menos de 100 (por desconfianza a su procedencia), una cantidad de las “antiguas pesetas”que no existía cartera (billetera) que pudiera soportar ese tamaño ni el peso de sus monedas...En Valencia las caras eran bien españolas, con un rasgo típico que los puede diferenciar perfectamente de cualquier otro europeo, su vestimenta era mas bien relajada, como quien no tiene la necesidad de ninguna moda y todavía existían valencianos que cuando te veían pasear con la camiseta celeste y blanca te pegaban el grito: eh!, argentino!!!, y seguido decían: “KEMPES” (recordando el triunfal paso del matador por el equipo CHE)KEMPES?, decía yo... no entendía nada... pero no por el matador, sino que lo que me llamaba la atención era que ser argentino por estos lados era sinónimo de Mario Kempes, el argentino que quizá mejor huella dejó en nuestra representación por esta ciudad todavía rara y desconocida para mí.La verdad es que a esa altura Valencia había pasado a ser en mi viaje de mochilero una experiencia agradable: me pude refrescar en sus aguas mediterráneas protegiéndome del calor que me asfixiaba y además me habían reconocido como un “KEMPESBOY” que debo admitir que me gustó.A rasgos generales esa era la ciudad de Valencia en 2000, un pueblo grande, campechano, con una estación de trenes “preciosa” y una plaza de toros que decoraba con mucho gusto para la vista el mismo centro de la capital de la comunidad.Hoy la realidad es difícil de explicar en cuanto al cambio...En un lapso de 7 años tendría que cambiar radicalmente el texto que antecede a lo que sigue, la “CIUDAD DE VALENCIA”, no solo es un lugar que en las guías del viajero tiene que aparecer en un “verde rabioso”, sino que tampoco puede ser un lugar al que se pueda dejar de visitar si están recorriendo España. Seria un sacrilegio (permítanme la expresión), pasar por la península y no conocer la TERCERA ciudad más importante de España y todo lo fascinante que ella ofrece.Invito a aquellos que desde otra parte del mundo estén por venir al hemisferio norte europeo que se pasen por esta ciudad, nunca van a ver en otro lugar predios gigantescos y archí modernos como la “CIUDAD DE LAS ARTES Y LAS CIENCIAS”, EL OCEANOGRAFICO (me atrevo a decir, por que lo conozco, que es el más grande de Europa), titulo que ostentaba el acuario de Génova (que también conozco)Junto a esto, el visitante va a poder apreciar una ciudad moderna, con una linda playa, un clima bueno, una limpieza sorprendente y una cantidad de turismo que triplicó el número de habitantes y sepultó casi por completo a los huertos (esto no me gusta)Hablar de la Copa América de velas y la posibilidad que se concrete un circuito callejero de formula uno en la misma ciudad hace 7 años era toda una utopía, hoy en parte son una realidad y un debate constante entre su gente, quedo al margen de esa discusión y les digo: “SI VIENEN POR ESPAÑA Y NO VISITAN VALENCIA, SE ESTAN PERDIENDO ALGO IMPORTANTE!!! y no se guíen (al menos en éste caso) por colores amarillos pálidos.